Si algo faltaba en este caos de edificios construidos sin medir las consecuencias del impacto ambiental en un distrito con servicios esenciales colapsados, es que no se hagan los controles para certificar la calidad de los materiales y los sistemas de edificación. De otra manera, no se explica como, un edificio que está a la venta como de gran categoría sobre las calles Dr. Melo y Llavallol, el sector que pretende emular al famoso “Las Cañitas”, sufra la caída de tres balcones cuando apenas ha sido habitado por 25 familias que se mudaron hace solo cuatro meses, según relataba Sergio, vecino del lugar, “Ya no existen casas bajas, el descontrol de las edificaciones le cambió la cara al barrio, y lo peor es que se edifica sin el mínimo criterio. Acá se sufre la falta de luz, de agua, los servicios están colapsados y nadie se preocupa. Lo único que les interesa es hacer plata e irse con los bolsillos llenos”, se quejaba con amargura. Cabe destacar que, a pesar del siniestro, hay que festejar que fue en horas de la madrugada y no había gente transitando por esa zona. Incluso existe un kiosco de diarios en esa esquina, pero los balcones del tercer piso, que arrastraron los balcones del segundo y el primero, cayeron a metros del puesto por lo que no hubo que lamentar una desgracia. Los bomberos de Lanús acudieron rápidamente y el personal municipal se encargó de retirar los múltiples escombros que ocupaban la vereda y parte de la calzada.
