Todo
no pasaba de un juego político, hasta que se superó el límite. En política, el
límite es lo personal. Mientras se trate de chicanas políticas de uno u otro
bando, todo es manejable y predecible, pero cuando se supera este límite, todo
deja de ser lo que es, para convertirse en delito. Esto es lo que sucede en
Lanús. Lo que sucedió después de marchas, de denuncias con poco fundamento y de
reclamos que, si bien son escuchados, la respuesta, a veces, no depende del
municipio, sino del gobierno. Y esto es lo que entendió la ciudadanía cuando
dejó de asistir a marchas sin sentido, porque el sentido original, que era
justo y valedero, con el tiempo y la inclusión de ciertos personajes, fue
perdiendo su razón de ser. El hecho en sí, comenzó a gestarse con llamadas
denunciando situaciones falsas. Primero fue un llamado de los Bomberos de Lomas
de Zamora que averiguaban sobre la caída de un helicóptero en ese distrito y un
supuesto llamado de la Secretaría de Seguridad de Lanús, anunciando el hecho y
que personal de Protección Ciudadana, vigilaba el aparato. Investigado el
hecho, no dio resultados positivos. Inmediatamente, entró una llamada de los
bomberos de Bernal indicando que el propio secretario, Mariano Amore, había
llamado para comunicar la existencia del fuselaje de un helicóptero y restos
óseos, en el ex destacamento de Viejo Bueno. A estas llamadas, sucedieron otras
que denunciaban, desde un teléfono apócrifo, el crimen de un joven y una marcha
de vecinos, desde Villa Caraza al municipio, o la que daba cuenta de un
incidente con una embarazada que fuera herida en el abdomen. Chequeadas todas y
cada llamada, consultado el propio Jefe Distrital, Inspector Fabio Bustamante,
resultaron ser falsas. Aún hubo tiempo para atender al encargado del
restaurante del Club Lanús, cuyos empleados se quejaban por un supuesto
maltrato del secretario hacia ellos, por no colaborar cuando preguntaba por la
cantidad de empleados que trabajaban en el sitio. El hombre, de apellido Morán,
se acercó al municipio y fue atendido por el secretario que desmintió la
especie. Quedó, todavía, un llamado anónimo, amenazando a Amore de muerte, lo
que generó la denuncia del secretario ante las autoridades policiales. Como se
ve, esto dista de aquellas estrategias de “ensuciar la cancha” políticamente,
para convertirse en un grave delito pasible de una grave sanción. Estos hechos
están siendo investigados por la justicia, y es de esperar que no persigan otro
fin que molestar, porque los ciudadanos de Lanús, están demasiado sensibles
como para soportar estas estrategias mafiosas que juegan con el tiempo de los
que se ocupan de mantener la ciudad en orden y controlada.
