La
policía intentaba hoy determinar si es un delincuente con antecedentes que
vivía en la villa Sapito es el ladrón que ayer murió baleado por un carnicero
de 64 años, quien le disparó con su revólver Magnum .357 cuando el asaltante le
robó su automóvil, informaron fuentes policiales y judiciales.
En tanto,
la Justicia confirmó que no se adoptó ningún temperamento con la víctima del
robo.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que a 24 horas del hecho aún nadie se presentó en la comisaría 2da. de Lanús, a cargo del sumario, ni en la morgue judicial de Lomas de Zamora, para identificar o reclamar el cuerpo del sospechoso.
Sin embargo, una fuente de la investigación reveló a Télam que la comisaría 2da. de Lanús está tratando de chequear un dato de un informante que reveló que el joven muerto es oriundo de la villa Sapito, con frondosos antecedentes y que estaba en libertad condicional.
La policía está convencida de que el fallecido, de entre 20 y 30 años, tiene antecedentes penales y pasado carcelario, por sus tatuajes “tumberos” y sus cicatrices de heridas de bala.
“En cuestión de horas lo identificaremos por sus huellas dactilares. Este hombre debe estar en el AFIS”, dijo a Télam un alto jefe policial al hacer referencia a la base de datos de personas con antecedentes.
En tanto, una fuente judicial reveló a Télam que la fiscal a cargo de la causa, María Lorena González, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas de Zamora, decidió que mientras se realiza la investigación “no adoptar ningún temperamento” con el jubilado que mató al presunto ladrón, razón por la que no fue detenido a pesar de haber cometido un homicidio.
“El hombre tiene un domicilio fijo, su relato es claro, el ladrón estaba armado y, en un principio, todo indica que actuó en legítima defensa. Tampoco hay irregularidades con la documentación del arma”, dijo a Télam un vocero judicial consultado.
Lo más probable es que el jubilado, que según la policía tiene nacionalidad italiana y toda su vida trabajó como carnicero, quede imputado en una causa por “homicidio” pero termine sobreseído si la fiscal González determina que actuó bajo la figura de la legítima defensa.
Si bien el testimonio que valdrá será el que realice en un futuro ante la fiscal, un jefe policial explicó hoy a Télam que ayer el jubilado les contó que él tomó la decisión de sacar y usar su arma porque el delincuente le apuntó con una pistola.
“El hombre nos dijo que le dio las llaves del auto, que el ladrón se subió al Volkswagen Cross Fox y desde el interior del auto lo apuntó con una pistola. Él dice que su vida estaba en peligro, que tuvo que defenderse y que por eso sacó su arma y apretó el gatillo”, dijo a Télam una de las fuentes.
El arma que del jubilado es un revólver calibre Magnum .357, de alto poder de impacto.
La víctima del robo disparó los seis cartuchos que carga el tambor, pero no todas las balas dieron en el ladrón.
Uno de los investigadores explicó a Télam que el delincuente recibió dos balazos en el tórax pero que, aún malherido, pudo arrancar el auto, por lo que el jubilado decidió efectuar los otros cuatro tiros a las ruedas de su Cross Fox, razón por la cual uno de los neumáticos estaba reventado cuando el vehículo detuvo su marcha a los pocos metros.
El hecho ocurrió ayer a las 10.30, en el cruce de General Madariaga y Ayacucho de Lanús, en la zona sur del Gran Buenos Aires.
El jubilado lavaba su Volkswagen Cross Fox negro cuando se le acercó un delincuente y tras apuntarlo con una pistola Bersa calibre 22, que luego fue secuestrada, primero le sacó su billetera y luego se subió al auto con fines de robo.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que a 24 horas del hecho aún nadie se presentó en la comisaría 2da. de Lanús, a cargo del sumario, ni en la morgue judicial de Lomas de Zamora, para identificar o reclamar el cuerpo del sospechoso.
Sin embargo, una fuente de la investigación reveló a Télam que la comisaría 2da. de Lanús está tratando de chequear un dato de un informante que reveló que el joven muerto es oriundo de la villa Sapito, con frondosos antecedentes y que estaba en libertad condicional.
La policía está convencida de que el fallecido, de entre 20 y 30 años, tiene antecedentes penales y pasado carcelario, por sus tatuajes “tumberos” y sus cicatrices de heridas de bala.
“En cuestión de horas lo identificaremos por sus huellas dactilares. Este hombre debe estar en el AFIS”, dijo a Télam un alto jefe policial al hacer referencia a la base de datos de personas con antecedentes.
En tanto, una fuente judicial reveló a Télam que la fiscal a cargo de la causa, María Lorena González, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas de Zamora, decidió que mientras se realiza la investigación “no adoptar ningún temperamento” con el jubilado que mató al presunto ladrón, razón por la que no fue detenido a pesar de haber cometido un homicidio.
“El hombre tiene un domicilio fijo, su relato es claro, el ladrón estaba armado y, en un principio, todo indica que actuó en legítima defensa. Tampoco hay irregularidades con la documentación del arma”, dijo a Télam un vocero judicial consultado.
Lo más probable es que el jubilado, que según la policía tiene nacionalidad italiana y toda su vida trabajó como carnicero, quede imputado en una causa por “homicidio” pero termine sobreseído si la fiscal González determina que actuó bajo la figura de la legítima defensa.
Si bien el testimonio que valdrá será el que realice en un futuro ante la fiscal, un jefe policial explicó hoy a Télam que ayer el jubilado les contó que él tomó la decisión de sacar y usar su arma porque el delincuente le apuntó con una pistola.
“El hombre nos dijo que le dio las llaves del auto, que el ladrón se subió al Volkswagen Cross Fox y desde el interior del auto lo apuntó con una pistola. Él dice que su vida estaba en peligro, que tuvo que defenderse y que por eso sacó su arma y apretó el gatillo”, dijo a Télam una de las fuentes.
El arma que del jubilado es un revólver calibre Magnum .357, de alto poder de impacto.
La víctima del robo disparó los seis cartuchos que carga el tambor, pero no todas las balas dieron en el ladrón.
Uno de los investigadores explicó a Télam que el delincuente recibió dos balazos en el tórax pero que, aún malherido, pudo arrancar el auto, por lo que el jubilado decidió efectuar los otros cuatro tiros a las ruedas de su Cross Fox, razón por la cual uno de los neumáticos estaba reventado cuando el vehículo detuvo su marcha a los pocos metros.
El hecho ocurrió ayer a las 10.30, en el cruce de General Madariaga y Ayacucho de Lanús, en la zona sur del Gran Buenos Aires.
El jubilado lavaba su Volkswagen Cross Fox negro cuando se le acercó un delincuente y tras apuntarlo con una pistola Bersa calibre 22, que luego fue secuestrada, primero le sacó su billetera y luego se subió al auto con fines de robo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario